Playas inmensas, puestas de sol memorables, paseos tempraneros, compras en el mercado, mojitos al atardecer… Zahara de los atunes es uno de nuestros lugares favoritos para desconectar. Lo ideal es no pisarla en agosto, pero si no te queda otra, basta con organizarse un poco, reservar con antelación o acercarse pronto a los restaurantes. Si te alejas unos pasos de las pasarelas de acceso a la playa, te quitarás un buen «puñado» de gente de encima.
El Refugio
C/ Cerro Currita, 10
El Refugio es coqueto, nada de esos chiringuitos de playa básicos, no. Aquí se nota ese punto hippy-pijo que tienen tantos sitios de Zahara, pero la verdad que bromas a un lado, aquí lo que se come es muy bien. Producto diez, atención muy buena y una mano en la cocina que «pa qué».
Imprescindibles sus Papas Aliñás con barriga. Si le preguntas al camarero que qué llevan para estar tan ricas te dirá «ná, papas de Sanlúcar, buen atún, buen aceite», casi «ná». Muy buenas las Rebanás de Sarda y Salsa Casiguaca, famosísimos sus Güenígimos – atún rojo a la plancha sobre rueda de tomate y cebolla caramelizada- y Malígimos de atún – atún en manteca con mermelada de pimiento. Fríen de maravilla, así que el Choco Frito es una opción más que recomendable y su cuchareo reconforta el estómago y el alma, el Arroz con atún, por ejemplo, está para no compartirlo con nadie.
No reservan por teléfono. Si llegas despistado sobre las 14:00 y ves una cola enorme en la playa, que sepas que allí está El Refugio. Abren a las 13:00 y a las 20:00 y las listas de espera empiezan a hacerse una media hora o cuarenta minutos después, cogen tu número de teléfono y te llaman mientras esperas tranquilamente en la playa. Si eres de los que prefiere ahorrar el segundo turno, ya sabes, ¡a venir tempranito!
Cervecería Juanito El Costero
C/ Alcalde J. Ruiz Cana, 7
Un buen sitio donde recalar. Salazones y conservas, marisquito, papas aliñás, atún y pulpo aliñao… Conservas y mariscos, tapas y platillos en un ambiente informal y distendido. Barra, algunas mesas altas y terraza, el sitio perfecto para el aperitivo o donde comer alternando tapas y platillos. Son amables y serviciales. Siempre sales con buen sabor de boca.
No reservan, si al llegar está lleno tendrás que apuntarte en lista de espera y cuando ésta se satura, no te queda otra que esperar al día siguiente para tener más suerte.
El Trasteo
C/ María Luisa, 24
Cocina atrevida con buen producto, fusión entre culturas, platos muy trabajados, buena atención, local acogedor y curioso donde todo se ha hecho con «trastos», disfrute para el paladar en pequeñas raciones. Todo está orquestado para formar un conjunto armonioso: la bonita terraza, la presentación de los platos, la carta…
El bar cuenta con barra y contrabarra, dos salones con mesas y la terraza con mesas altas.
Aunque la carta va cambiando según la temporada y lo que ofrece el mercado, suelen mantener algunos de sus platos más representativos. Te recomendamos los Mejillones en escabeche casero, el Satay de Atún o el Tartar de Atún. Riquísimos también los Chapulines (camarones) con Guacamole DE VERDAD de los que se hacen con cariño en el mortero y bien sabroso el Taco de Pulpo con una acidez muy interesante.
La Taberna del Campero
C/ María Luisa, 6
Aunque la carta comparte algunos platos con el mítico restaurante El Campero de Barbate, es una opción más informal con varios ambientes y con magnífica comida en torno al atún rojo. Para un buen rato con los amigos o algo informal, ven aquí; pero si lo que buscas es una experiencia extraplanetaria, vete al Campero.
Si nunca habéis ido a Barbate y es vuestra primera vez en la Taberna, hay platos míticos que no os podéis perder como son el Surtido de Crudos de Atún Rojo, el Morrillo a la Plancha, la Parrillada de atún o el Tartar de Ventresca. Si ya conocéis «El Templo», lanzaos a por un tapeillo más canalla: Mini burger de atún, Atún en tomate con yema frita o el Pinchito moruno de atún.
En verano, asegúrate de llamar con un par de semanas de antelación para reservar, vete en cuanto que abran o ármate de paciencia para conseguir un hueco y no esperes muchas sonrisas del personal. Nosotros preferimos venir en mayo o en septiembre, pero no siempre se tiene la ocasión…
Hotel Restaurante La Almadraba
C/ María Luisa, 15
Dos son las razones para volver a esta barra: las Croquetas de Centollo y las Albóndigas de Cigalas. Siempre solemos quedarnos en la zona del bar con alguna de sus tapas: Montadito de Sarda, Solomillo de Atún con Cebolla Caramelizada. Si te gustan los generosos, pregunta o déjate llevar, suelen tener guardadas algunas joyitas con las que seguro disfrutas.
Tía Juana
C/ Pérez Galdós, 11
Local pequeñito en el barrio marinero. Aunque en su carta no falta el atún de mil maneras, nosotros os recomendaríamos que dejéis el atún para otros restaurantes y os centréis en sus arroces y en algunos platos como el Pulpo en tempura. Si os queda hueco, la Torrija está riquísima.
El Mercado de Abastos
C/ Rinconete y Cortadillo, 2
Todos los mercados de abastos merecen una visita porque es donde se muestra la verdadera vida de las ciudades. El de Zahara es muy pequeñito, una docena de puestos y una taberna donde tomar conservas y productos de la zona. Nuestro puesto favorito es el de Mariana y Pepa que venden pescado de primera con mucho salero y conocimiento. Lo mejor, acercarse temprano, tras el paseo matutino y llevarse, además de la compra, un cartuchito de camarones para tomar en la playa con una cerveza bien fría.
Chiringuito La Luna
Playa del Carmen
No es una de nuestras opciones para comer, pero sí es de nuestros favoritos para disfrutar el atardecer con un cóctel en la mano mientras disfrutas del conciertillo. Broche de oro para terminar la jornada playera.
Me chifla la entrada, en julio le pegaré un repaso a los bares que comentas.