Tavira es una de las ciudades más bonitas del Algarve portugués. Tradicional, tranquila, cuidada y con un turismo mucho más relajado que el de Lagos, Portimao o Albufeira. Sus fachadas de azulejos, las puertas de colores, los tiradores de mil formas y las chimeneas serán tu obsesión, si eres aficionado a la fotografía. Todavía conserva ese encanto de las ciudades que no han sido invadidas por el turismo y aunque no tiene tanto patrimonio como Évora, donde nos alojamos en nuestros 5 días por el Alentejo portugués, tiene playas de ensueño y suficientes atractivos como para que sea realmente fácil tachar de la lista 10 planes en la encantadora Tavira.

1. Recorrer el casco histórico
Tavira es una ciudad pequeña. Lo mejor que puedes hacer a tu llegada es aparcar el coche y callejear. Solo vas a necesitar relajarte y abrir bien los ojos. La Oficina de Turismo no será de gran ayuda si llegas en fin de semana porque cierra, pero es fácil localizar los puntos de más interés: el Puente Romano, la Iglesia de la Misericordia y el Castillo. Si tienes la suerte de viajar en primavera, no te pierdas los Jardines del Castillo llenos de coloridas flores. La vista con la torre del reloj de la Iglesia de Santa María do Castelo al fondo es realmente bonita. En un rincón ideal para acercarse por allí con un libro. Durante la semana está bastante tranquilo.
Para visitar la Iglesia de la Misericordia puedes comprar un pase de 48 horas que también te da acceso a la Iglesia de Santa María y la de Santiago. Mi favorita fue la primera. Difícil superar ese recubrimiento de azulejos y el pequeño concierto de piano que pudimos disfrutar. Pero si tenéis tiempo, es buena idea pasear por las tres o incluso comprar entradas para el concierto que Fado Com Historia ofrece cada tarde. Está un poco orientado a turistas, aunque en nuestra sesión también había portugueses y más que un concierto sin más, es un concierto didáctico, en el que hacen comentarios antes de cada canción, en distintos idiomas. Si eres un avanzado en el mundo del fado, esto te va a parecer poca cosa, pero si te apetece pasar un rato agradable, sin muchas pretensiones, es una opción estupenda.

2. Tomar algo cerca del río Gilão
Alrededor del río encontrarás numerosas opciones para tomar algo. En la Rua borda d`Água da Asseca las opciones son bastante similares, al tratarse de la zona más turística de la ciudad, pero vamos a darte tres pistas: para alguna cerveza con un picoteo sencillo, apuesta por Borda D’Água. No te compliques: unas Tostas de Bacalao, unos Mejillones, una Super Bock y ¡a disfrutar las vistas!. Si te apetece café y tartas caseras, tu opción es Almas y si quieres un bar con buen rollo, buenos vinos y posibles conciertos, ve a Café Bar 22, algo antes de llegar a esta calle. No es la opción más portuguesa, de hecho lo llevan unos Británicos, pero tiene mucho encanto. Ya verás. También tienen opciones sencillas para tomar algo y noche Thai los jueves.




3. Comer en sus tascas y casas de comida
En Tavira hay algunas opciones interesantes para probar la cocina portuguesa más moderna y elegante, pero nos apetecían tascas y casas populares. Tuvimos que compaginar la escapada con teletrabajo y en ocasiones así, no hay nada como las casas de siempre, donde acuden los lugareños, para calentar el estómago de forma rápida, pero rica y de paso, observar la vida diaria de los tavirenses. Para ello, Cervejaria Caravela es una opción perfecta. Un local de barrio, con platos del día donde acuden de forma diaria muchos vecinos, vamos que en las Guías no lo vais a encontrar. Su Canja de Galinha calienta el cuerpo y el alma, el Bacalhau à Brás lo hacen muy bueno y si necesitas más calorías: Cozido de Grão o Entrecosto de Porco Frito.
Si quieres algo diferente, con terracita, tapas sencillas y ambiente portugués, Tasca de Zé André es tu sitio. Eso si, aquí se viene sin bulla ninguna. El local lo atiende André solo. Él hace la compra, prepara las tapas y atiende las mesas. Y además es bastante popular entre lugareños y visitantes. Con este panorama imaginarás que no se le puede meter prisa. En temporada tiene unos Caracoles de olé, Muxama (vamos, mojama), buenos Quesos, lo que la Lonja de ese día y un estupendo Pan restregado con tomate y orégano. Aunque al cruzar la frontera el cuerpo pide Sagres o Super Bock (no sé de qué equipo eres), aquí también tienen algunas IPAs curiosas.



4. Endulzarse en Venezuela y La Baguette
¿Qué os vamos a decir de los dulces portugueses? Yo, que rara vez desayuno dulce, al cruzar la frontera lusa no dejo de luchar conmigo misma. La pastelería más famosa de la ciudad es Pastelaria y Padaria Venezuela, fuera del centro. Preparan muy buen café, pero eso no es una novedad en Portugal y tienen entre otros dulces típicos de la zona, Bolas de Berlim, una receta que viajó de Alemania durante la Segunda Guerra Mundial y que aquí se adaptó de maravilla. Pero si hay un sitio que no puedes dejar de probar es La Baguette, Artisan boulanger français. Ya sé. Sí, no son de aquí, son franceses, pero su pan, los croissants, el pain au chocolat o los pasteis de nata, si quieres algo portugués, son maravillosos. Puedes llevarlos a casa o tomarlos en la agradable zona que tienen junto al despacho de pan y dulces.

5. Comprar artesanía, loza y cerámica
Los que tengáis debilidad por la cerámica y la loza portuguesa, estáis de suerte. En Tavira encontraréis varias opciones. La más sencilla y asequible es Aroma Cerâmica, R. Guilherme Gomes Fernandes nº18. Fundamentalmente se dedica a la venta de vajillas al peso, pero también puedes encontrar algo que te guste por unidad. Algo más sofisticado y completo es Armazém português con preciosas vajillas y también algunos textiles y cuadernos. Me lo hubiese llevado todo. Por último, Atelier de cerâmica i Oficina de arte, en la Rua dos Pelames, es otra historia. Aquí podrás encontrar piezas de mucha calidad, auténticas obras de arte y también podrás ver cómo trabajan. Merece muchísimo la pena entrar en la tienda para regalarse la vista y si puedes, comprar algo.




6. Pasear por sus calles helado en mano
Pasear por las calles de Tavira es una delicia, tanto como los helados que puedes degustar en las Gelatarias Delizia, ganadoras de varios premios en distintos concursos en Italia. Helados cremosos y naturales que se hacen a diario con productos de la zona y de temporada: almendras, algarrobas, higos, naranjas, fresas, miel… Tienes una cerca del puerto y otra junto al puente. Los helados son los mismos, puedes comprarlos donde menor te venga en tu paseo, pero… ¿quién se resiste a esta pared de azulejos?

7. Ir en barco a la Ilha de Tavira
Un paseo en barco hasta la Ilha Tavira no podía faltar en ninguna lista de planes en la encantadora Tavira. La frecuencia de los barcos depende de la época del año y el agradable paseo dura unos 20 minutos. Solo tienes que acercarte al puerto y comprar los horarios. Cada vez estoy más a favor de los viajes tranquilos que exprimen la zona en la que te alojas, así que te recomendaría no ir y volver, sino reservar algunas horas o ¿por qué no? al menos un día completo para pasear por este inmenso arenal. Hay algún sitio para tomar algo, pero lo mejor será que traigas provisiones en tu mochila, toalla y ganas de relajarte.

8. Escaparse a Santa Luzia y la praia do Barril
Santa Luzia es un encantador y diminuto pueblo a un salto de Tavira. Es conocido por la pesca del pulpo y los numerosos restaurantes que lo cocinan de casi tantas formas como el bacalao. Si madrugar no te va mucho, también es buena idea venir al atardecer, cuando el cielo se tiñe de preciosos colores. Ya que estás aquí, no puedes perderte la Praia do Barril y no ya por el cementerio de las Anclas, que es bastante curioso, sino por la espectacular playa y por el bonito paseo que hay hasta llegar a ella. Si vas con niños (o no tan niños), el tren que te lleva puede ser una idea divertida, pero te aseguro que el paseo es bien bonito y te permitirá disfrutar más del paisaje e ir leyendo información muy interesante sobre la fauna de la zona.
Para comer hay dos opciones muy recomendadas si quieres «polvo»: Casa do Polvo Tasquinha y A Casa, pero que no te pase como a nosotros. No comprobamos los días de cierre y metimos la pata. Al final terminamos en Polvo & Companhia Restaurante, que siendo correcto, no nos emocionó, pero te lo mencionamos por si a ti te sirve.



9. Pasar una mañana en Cacela Velha
Cacela Velha es uno de los recuerdos más bonitos que te llevarás en tu visita a Tavira. Pasear por el pequeño pueblo con vistas al mar y a las islas del Parque Natural Ría Formosa o dar una vuelta por sus pocas calles con casas de una sola planta y puertas y ventanas de colores es una estampa preciosa. Si tienes tiempo, pasa allí un día de playa, puedes cruzar andando cuando la marea está baja o en alguna barcaza cuando sube.
Para comer el Restaurante Casa Velha es una opción a tener muy en cuenta. En nuestra comanda unas exquisitas Ostras grelhadas, una espléndida Barriga de atún y Pulpo lagareiro, un clásico de la cocina portuguesa que prepara el pulpo al horno junto con patatas, dientes de ajo machacados, hojas de laurel troceadas, y cebolla cortada a rodajas finas. No hacen reserva y es muy popular en la zona, así que procura llegar alrededor de las 12:30 o te tocará esperar.




10. Ir de excursión a Vila Real de Santo António
Vila Real de Santo António fue famosa durante años por sus sábanas y toallas. Aunque lo que más se busca ahora es vajillas. Su pequeñísimo casco histórico esconde coquetas fachadas y maravillosos suelos de adoquines. No te pierdas la Praça Marqués de Pombal con la Iglesia Matriz de Nuestra Señora de la Encarnación en un lateral y el Ayuntamiento en otro. Puertas de azulejos, pequeños tenderetes, terrazas, heladerías… todo ello da un ambiente especial a la que probablemente sea la opción perfecta como entrada en el Algarve o el punto final para despedirte a lo grande.
Más allá del casco histórico, en la Estrada da Ponta da Areia, encontrarás varias opciones para saciar tu apetito. Dom Petisco es una de las mejores para disfrutar de la cocina tradicional portuguesa de esta zona. Lo suyo es intentar sentarse en la terraza, en la zona con vistas al mar y al Guadiana. Buena mano en las brasas, como demuestra su Bacalao y la rica Ventresca. Los arroces de las mesas cercanas pintaban muy bien. Buena opción para ir en grupo. El tamaño de los platos es bien generoso, así que tenlo en cuenta si no sois muchos a la mesa.
Para rematar la tarde, si te van los sitios chic, puedes sacar el libro, la toalla y el bañador y relajarte en alguna de las tumbonas del Gran Beach Club. Hay que consumir un mínimo de 10€ por persona, pero creo que las vistas y la tranquilidad lo merecen. También puedes reservar para comer, es una opción elegante, pero que se aleja de la cocina tradicional en estilo y precios.



Seguro que estos 10 planes en la encantadora Tavira te dejan con buen sabor de boca y más si te alojas en este coqueto y cómodo apartamento, como hicimos nosotros. Si quieres seguir estirando tu viaje por el Algarve, Lagos puede ser una buena ciudad para asentarse. De camino, te recomendamos parar en Loulé, dar una vuelta por su bonito mercado, comprar artesanía en alguna de las tiendas que lo rodea y curiosear el castillo.
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