Las Landas abarcan un territorio enorme en el suroeste de Francia. Nuestra primera intención fue ir desde Hossegor a Burdeos, visitar la Duna du Pilat y Arcachon, subir a Biscarrosse y Mimizan, ir por el interior y ver La Bastide-D’Armagnac… pero si algo nos ha enseñado la pandemia ha sido a no correr, así que viendo que pasaríamos más tiempo en el coche que disfrutando, decidimos centrarnos en una zona mucho más pequeña. Os dejamos por aquí 11 planes en el Sur de Las Landas, que bien se pueden hacer en cuatro o cinco días o en dos semanas, dependiendo de cuánto quieras disfrutar de su espectacular naturaleza.
Nuestra base ha estado en Sorts-Hossegor, rodeada de inmensas playas y un precioso lago, lo que la hace muy turística y convierte sus restaurantes en algo menos atractivos gastronómicamente por su oferta más “global” que «local». Aún así, se encuentran sitios majos y ostras, muchas ostras. En este viaje, la verdad, nuestros estómagos han disfrutado de lo lindo en las pequeñas tiendas y mercados. Ellos sí hablan de la gastronomía de la zona. ¡Y mucho!

1. Dar una vuelta al lago Hossegor y cenar en Le Poupe
Hossegor, con apenas 4.000 habitantes, es una de las poblaciones más bonitas de la región. Es también uno de los pueblos más animados, con calles llenas de tiendecitas, heladerías, cafés y restaurantes con terrazas.
Su lago está siempre lleno de gente practicando deportes acuáticos. Uno de los mejores planes para hacer es recorrerlo en una vuelta de tan solo 7,4 km mientras disfrutas de las elegantes casas del pueblo, construidas a principios del siglo XX. Si el paseo lo haces cerca del mediodía, toma el almuerzo en Chez Loulou Cabane: ensaladas y bagels muy ricos, vistas al lago en una cabaña con encanto y con personal muy agradable. Si el paseo lo das al atardecer, no te queda otra que hacer tu parada en la zona de las cabañas de ostras y aquí te recomendamos Le Poupe, con producto fresquísimo y simpatía a raudales. Además de ostras, tienen un pâté de rechupete.





2. Acercarse al mercado de Hossegor
Les Halles, (¡cuidado con los horarios! Abre de 8:00 a 13:00) con puestos de buen pan, quesos, foie… es perfecto para hacer acopio de material para un buen picnic o para cenar tranquilamente si estáis alojados en un apartamento o camping. Si vas sobre las 12, está super animado para tomar el «apero» en la plaza central del mercado. Compras lo que quieras, eliges una mesita, pides tu vino y lo acompañas de lo que hayas comprado. Durante el verano amplia su oferta con numerosos puestos que ofrecen sus productos en los alrededores del mercado los miércoles, viernes y domingos.



3. Recorrer la Av. Du Touring Club y Av. Paul Lahary
Si además de no dejar escapar un mercado, eres un loco de los libros y la papelería, aquí tienes un par de opciones para llenar tu maleta. Marcel Travel Posters: tienda de carteles, postales y merchandising con imágenes diseñadas a mano que representan las distintas ciudades de Francia y Arabesque Eurl con una gran sección de prensa, objetos de regalo, algo de papelería y una librería.
Si te apetece hacer una parada, el Café de París puede ser una buena opción. Abierto en 1936, hace esquina entre las dos calles principales. No es nada del otro mundo, pero es el típico sitio donde sentarse a ver pasar la gente y tomar un poco el pulso de la ciudad. Si más que de sentarte, eres de pasear, seguro que lo haces mejor con un helado en mano. Les Glaces Romane se disputa el primer puesto de los mejores helados de Hossegor junto con los de Tante Jean. Ya es cuestión de gustos. Que no te echen para atrás las colas que verás en los dos. Tienen una legión de amabilísimos profesionales que te atienden bastante rápido.

4. Ruta por el patrimonio Art Déco vasco-landés
El estilo Art Decó vasco-landés, también conocido como estilo Hossegor, nació en el período de entreguerras. Hasta 400 espléndidas villas se construyeron en el paseo marítimo y en las orillas de su popular lago marino. Fachadas blancas, entramados de madera, voladizos rojos o verdes son las principales características de estos preciosos edificios originalmente concebidos como casas de vacaciones.
Entre las más llamativas: Villa Reine des Landes, Villa Reine des Pyrénées, Villa Catira, Villa Primerose o el Sporting Casino, bien cerca del Hôtel Les Fougères, donde nos alojamos durante esta semana por la costa landesa. Si decides alojarte aquí, no olvides reservar habitación con cocineta. Son pequeñitas, pero perfectas para preparar desayunos o cenas con los productos que vas comprando en los mercados y que puedes disfrutar en la terraza con vistas a un pequeño y bonito bosque.

5. Disfrutar de un desayuno o un atardecer desde Lou Cabana
Lou Cabana, en la plage Nord, organiza mañanas de yoga, es buen sitio para desayunar frente al mar y es EL SITIO para ver el atardecer. Es tremendamente popular y, sin duda, uno de los 11 planes que tienes que hacer en el Sur de Las Landas. Como encontrar mesa a la caída del sol puede ser misión imposible, te dejan pedir y tomar tu comida de manera informal en pequeñas mesas o incluso en tu toalla.
Otro sitio popular para ver el atardecer es La Cabane de La Gravière en la playa del mismo nombre: merece la pena por su ubicación y vistas de la enorme playa, pero su cocina es inferior a la de Lou Cabane y los precios más altos.

6. Tomar un vino (o más) en L’Etiquette
Estupenda vinoteca en Hossegor que funciona como tienda y bar de vinos. Foie, embutidos, quesos y platillos informales para acompañar. El local es muy bonito y nos gusta cómo tienen organizado el vino y los precios no son excesivos para ser Francia. Es verdad que podrían esforzarse un poco en la presentación de los aperitivos, pero bueno, aquí se viene a beber y comprar vino. Y ellos lo tienen claro.
Cuentan con terraza, estupenda para las noches de buen tiempo y mesas altas grandes para compartir si vas en pareja o para disfrutar en pandilla. El ambiente es estupendo y tienen un merchandising bastante chulo: totebags, cuadros, camisetas…

7. Perderse entre sus dunas
Aunque la duna más grande y espectacular de Las Landas es la Duna du Pilat, no hay que menospreciar los maravillosos espacios dunares protegidos y bien preservados que hay en toda esta costa. Una única duna de arena natural protegida, una misma playa, única y sin cortes que conecta entre si una serie de pueblos turísticos con diferentes ambientes: Capbreton, Hossegor, Seignosse, Vieux-Boucau, Moliets… Este rico ecosistema convierte a esta parte del litoral Atlántico en una joya que vale la pena descubrir.
Hay muchos caminos de madera que ayudan a subir las dunas para llegar a la playa o que conectan distintas playas entre sí. Recorrerlos en un gustazo.

8. Acercarse a Capbreton y comer mejillones
La casa más famosa de Capbreton es la Casa del Rey, conocida por ese nombre porque Enrique de Navarra, futuro Enrique IV, durmió en ella en 1583. A unos pasos se encuentra la Iglesia de San Nicolás, que cuenta con una torre que servía antiguamente para vigilar el puerto y en la actualidad sirve para hacer lo propio con los incendios.
Pero lo más espectacular de Capbreton se encuentra en la Playa de la Piste. Aquí están los restos del muro atlántico que construyeron los alemanes durante la ocupación para impedir el desembarco de los aliados en el continente. Lo que queda de este muro, después de que los alemanes volaran por los aires buena parte antes de huir, está cubierto por espectaculares graffitis. Es una zona preciosa para pasear y, si eres aficionado a la fotografía, sacar bonitas fotos con la luz del atardecer.
En el otro extremo de la playa está L’Estacade, el muelle que se ha convertido en todo un símbolo de Capbreton. Lo chulo es llegar hasta el fondo, pero también es bonito verlo desde la playa de Hossegor. La verdad es que es bastante fotogénico, así que te gustará lo mires como lo mires. El atardecer es uno de los mejores momentos para verlo y antes o después, si eres un amante de los mejillones, debes pasar por L’Equinoxe: carta corta, fresca y muy rica y gente maja, maja. Fabulosos mejillones pequeños en siete u ocho elaboraciones diferentes y riquísimos chipirones, merluza… Solo hay un plato de carne. De guarnición, las mejores patatas fritas.


9. Conducir hasta Vieux-Beaucou
Este pequeño pueblo se encuentra enclavado entre el océano, un lago marino con una apacible playa (y una isla en el centro) y el inmenso bosque. La Grande Plage, espectacular, como todas las de Las Landas, tiene unas preciosas dunas que llegan hasta el bosque.
Casi todo el centro es peatonal. Si vienes en viernes durante los meses estivales te encontrarás un estupendo mercado al aire libre con productos de la zona y artesanos. Para casa se vinieron alguna que otra tabla de la que me enamoré y por su puesto foie, queso y embutidos. Fundamental llevar una pequeña nevera y placas de hielo, así puedes comprar con tranquilidad y dejarlo en el coche. Nos recomendaron mucho la La crêperie du pub pero créeme, puedes pasar de largo, mejor hacer picnic con lo que compres en el mercado.

10. Navegar por la Réserve Naturelle du Courant d’Huchet
La Courant d’Huchet es conocida también como “la Amazonia de Las Landas”. Se encuentra entre el estanque de León y el océano, y solo se permite navegar a unos pocos «Bateliers», debido al hábitat de vida silvestre en el entorno. En una embarcación tradicional de seis plazas, los barqueros van contando la historia del arroyo Huchet, su fauna y su flora mientras reman entre la densa vegetación. Al ser zona protegida, no se permite ninguna embarcación a motor.
Es una actividad muy demandada, así que mejor reservar con tiempo de antelación (in situ o por teléfono). Si no lo haces, madruga y preséntate allí cuanto antes. Eso sí, te arriesgas a esperar hasta la hora de la salida y que no falle nadie. En eso caso, tendrás que volver al día siguiente. Sea como sea, asegúrate de incluirlo en tus 11 planes en el Sur de Las Landas.

11. Visitar el País Vasco Francés
Poco más de media hora de coche separan a Hossegor de Bayona, la capital del País Vasco francés y bien cerca están la elegante Biarritz, la tranquila San Juan de Luz o pueblos de cuento como Ainhoa, Espelette y la Bastida-Clairance, pero eso te lo contamos en otra entrada y así planificas una escapada al País Vasco Francés.

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