Si lo tuyo es hacer turismo a tu ritmo descubriendo pueblos tranquilos, castillos, monumentos megalíticos, historia, bodegas y buena gastronomía, no lo dudes, el Alentejo portugués te está esperando. Es una zona muy extensa, así que no te agobies y no pretendas abarcarlo todo en un solo viaje. En esta ocasión, nos centraremos en el interior, tomando Évora como base para pasar 5 días por el Alentejo portugués disfrutándolo al máximo.

Día 1: Mourão, Cromeleque do Xerez, Monsaraz, Corval, Reguengos de Monsaraz.
Quizá lo ideal sea entrar por Elvas para así explorar mejor el norte luego ir bajando, pero nos apetecía tener una sola base y se nos había antojado conocer el bonito pueblo de Jerez de los Caballeros, en la provincia de Badajoz. Mourão fue el primer pueblo que encontramos ya en Portugal. Su llamativo y algo descuidado, castillo ofrece espectaculares vistas del Lago Alqueva al que puedes acercarte dando un bonito y corto paseo. Una vez que bajes al pueblo, no dejes de echar un vistazo en Mercearia Contrabando, una preciosa tienda de artesanía de la que querrás llevártelo todo.

A unos pocos kilómetros te toparás con el Cromeleque do Xerez. No es tan imponente como el de Évora, pero tiene un encanto especial. Será raro que encuentres a alguien visitándolo, por lo que podrás hacer el tonto a tu gusto y si eres seguidor de los libros o la serie de Outlander, me juego el cuello a que no podrás evitar hacer la tontería de tocar la piedra entre la risa y el miedo a aparecer 200 años atrás.
De ahí a Monsaraz, el pueblo más bonito de la ruta y en el que podrás pasear, hacer alguna pequeña cata, comprar artesanía o disfrutar de un sencillo picoteo en la Taberna O Gazpacho escuchando música portuguesa en un ambiente muy majo. Tostas, conservas, quesos, embutidos cremas de verduras… todo muy sencillo, como nos insistían una y otra vez, pero de buena calidad y con mucho cariño. Cuidado con el tamaño de los platos, no fuimos capaces de llegar al postre.
Si tienes tiempo y ganas de hacer un par de paradas más, puedes ver la localidad de São Pedro do Corval, conocida por ser tierra de alfareros y la de Reguengos de Monsaraz, perfecta para perderte entre viñedos y bodegas.

Día 2: Évora
Évora está en el corazón de la región portuguesa de Alentejo, a medio camino entre Lisboa y Extremadura. Antes de comenzar a explorarla, no olvides desayunar en Pastelaria Conventual Pao de Rala: queijadas (deja los pasteis de nata para Lisboa), toucinhos, pasteis de almendras o queijinho do céu te alegrarán la mañana. Después, tienes donde elegir: el Colegio del Espíritu Santo en las instalaciones de la Universidad, La Iglesia de San Francisco y la Capela dos Ossos, el Templo de Diana, la Iglesia de San Juan Evangelista, las Ruinas Fingidas, la Catedral… esta última es la visita que más nos gustó. Puedes subir a los tejados, recorrer el claustro…

Para hacerte una idea de la gastronomía de la zona puedes tomar una comida sencilla en el Restaurante Guião. Lentos, pero amables, con una comida casera riquísima. Premio para el estupendo Guiso de Cordero y el Bacalhau que nunca chega (un bacalao gratinado sabrosísimo).
El atardecer es el momento perfecto para conocer el Cromeleque dos Almendres, uno de los monumentos megalíticos más importantes de la península ibérica y uno de los más importantes de Europa no solo por sus dimensiones sino por su estado de conservación. La entrada es gratuita. Los colores del cielo al caer el sol y la magia que se respira te recompensarán.
Puedes terminar el día con una copa de vino y algo de queso en la pequeña tienda Courelas Da Torre Gourmet. La bodega, donde producen vinos biológicos, está en la cercana localidad de Redondo.

Día 3: Elvas, Vila Viçosa, Estremoz
Elvas es la ciudad fortificada más importante de Portugal y una de las más grandes del mundo. Para visitarla bien asegúrate de que no sea lunes, día en el que cierran todos los monumentos y museos. Tras visitar el Acueducto, la fortaleza de Nossa Senhora da Graça, el castillo, la Fortaleza de Santa Luzia y pasear por el pueblo, terminamos en el pequeño restaurante familiar São Lourenço con un estupendo arroz con bogavante. De postre tomamos Sericaia con ameixas, un dulce típico del Alentejo elaborado con huevos y canela y decorado con las famosas ciruelas de la región. Algunos dicen que estas ciruelas eran el postre favorito de Agatha Christie y habiendo leído tantos libros suyos, no podía dejar de probarlas.

Para bajar la comida hicimos un par de paradas antes de volver a Évora: Vila Viçosa y Estremoz. En Vila Viçosa no te puedes perder el Paço Ducal, imponente palacio con una fachada de 110 metros de mármol que es única en la arquitectura civil portuguesa y un gran castillo, de entrada libre, por el que dar un paseo estupendo. Estremoz es conocido como el tesoro de mármol del Alentejo. En la parte alta de la ciudad no puedes perderte el Paço Reial con su gran torre, la igreja de Santa Maria y el Paços do Concelho. Si a estas alturas tienes ganas de tomar algo, puedes hacerlo en el bonito A Cadeia Quinhentista, una antigua cárcel que se ha convertido en cafetería, terraza y restaurante.

Día 4: Arraiolos, Évora Monte
Arraiolos es conocida por su gran Castillo redondo, sus tapices, las Empanadas y los Pasteis de Toucinho. Lo mejor es comenzar la visita por el castillo y luego bajar al pueblo. Para conocer más sobre los tapices no dejes de hacer una visita al Centro Interpretativo do Tapete de Arraiolos. Te gustará. Después, en esa misma plaza, haz una parada en República da Empada. Todo lo que venden es de elaboración propia y no sólo las empanadas están ricas, preparan sandwiches, bocadillos estupendos y ricas sopas. Perfecto para una comida ligera a mediodía. Para disfrutar los pasteis, tendrás que ir a Pastelaria Toucinho, donde no podrás resistirte a comprar varios para el camino.

Antes de volver a Évora, lo recomendable es visitar Évora Monte para ver el Castillo y el Paço Ducal con su torre del siglo XVI antes de volver, pero a nosotros nos cogió bastante lluvia y decidimos resguardarnos probando vinos de la zona. La primera parada fue siguiendo una recomendación de nuestra casera: la Quinta de São José de Peramanca. Compramos su recomendado Pera Grave Reserva y aunque en este momento no están haciendo visitas, nos dejaron pasear un poco por la bonita propiedad que incluye incluso una capilla.
Más tarde nos dirigimos a Adega Cartuxa, una de las bodegas más prestigiosas de Portugal. Puedes hacer una visita guiada u optar por probar vinos de la tienda en un acodedor espacio que tienen preparado para ello. Esta fue nuestra opción y pasamos un rato bastante agradable. La noche la cerramos con una estupenda cena en Bistro Barao, un restaurante muy pequeñito con una atención estupenda, buena bodega y rica cocina. No dejes de probar sus ricas carnes, muchas de ellas certificadas. Portugal es mucho más que bacalao.

Día 5: Beja, Serpa
Ya de vuelta a casa paramos en Beja para ver el Castillo, el antiguo Convento de la Concepción y callejear un poco y en Serpa para traernos uno de sus famosos quesos, además de visitar el último castillo de esta ruta.
Para otro viaje nos quedan Mértola, Redondo, Fitapreta Vinhos… y por supuesto la costa. Creo que nos harán falta bastante más de 5 días por el alentejo portugués.

Grandísima entrada que renueva mi esperanza de encontrar buena comida en Portugal. Gracias por prepararlo tan así, tan ligero, tan fácil, tan bonito.
¡Gracias!!!! La verdad es que necesitábamos una escapada, estoy como un pájaro encerrado con esta pandemia y Portugal nos ha servido de maravilla para cargar energía. Nos alegra que te guste.
Hola, me podrías decir donde os habéis alojado?. Gracias
Sí, claro. Lo tienes en la entrada: Casa Carmo en Évora. Una mini casita encantadora, con una anfitriona estupenda. Te dejo el enlace a booking: http://www.booking.com/Share-ljfIhm