Cuando dije que haría una cata de los dulces de Navidad en Antequera no sabía en el berenjenal que me metía. Tantas fábricas, obradores y especialidades son imposibles de probar en el tiempo que yo me había propuesto, más cuando a mi el dulce me gusta en cantidades pequeñas. El exceso de azúcar me empalaga y cansa, salvo excepciones u ataques repentinos. Siempre he dicho que me encantaría que las cartas de los restaurantes tuviesen postres en formato tapa o media ración, pero como parece que eso aún no ha llegado, me suele tocar negociar para compartir.
¡Al grano! Este año tenemos varios descubrimientos. Nos han gustado los Mantecados de Mantequilla de Sancho Melero. Quizá no sea la opción de los auténticos fans de mantecados y polvorones, pero para alguien que tiene que esconder los shortbreads: esas delicionsas galletas escocesas que te dejan un irresistible sabor a mantequilla, esta es una opción muy deseable. Y si hablamos de deseo, no pueden faltar las Almendras rellenas de alfajor de La Joya de Antequera. Son un pecado con todas las letras. Buenísimas y no empalagan nada, ¡palabrita! Cuando nos las recomendaron fuimos algo escépticos, pensando que estarían muy dulces, pero son muy finas. Ya no van a faltar nunca en casa.
Otro chivatazo nos llevó hasta el Convento de la Encarnación que este año ha puesto en marcha un proyecto que ya tenía en mente. Ellas, al igual que las monjas del Convento de Belén hacen distintas elaboraciones durante todo el año, no solo en estas fechas. De aquí os tenéis que llevar las Carmencitas, pastas con almendras y un toque de ralladura de limón. Pequeñitas, ligeras, adictivas. Más de una cae seguro.



De «Los Primitivos» Aguilera seguro que aciertas con las Mantecadas de Aceite, los Minis de Aceite y Almendras o los Antojos de Aceite y Canela. Además, son muy amables explicándote sus elaboraciones o cualquier duda que tengas.
Y no os descubro nada si os digo que tenéis que comprar sí o sí en San Pancracio. Lo que más nos gusta: las Hojaldrinas, el Polvorón de Almendras, el Mantecado Doble de Aceite de Oliva y Almendra y los Bocaditos de Avellana, sin ser yo muy de avellana…
Atrás quedan los roscos de vino de Torcadul, la Hojaldrina con naranja de La Antequerana o las elaboraciones de Delicias de Antequera, que probaremos otro año. Por este, cerramos el kiosko.
¡Felices Navidades! A ser posible, con dulces de Antequera.

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